En las zonas donde se ha realizado concentración parcelaria, se avisa a los propietarios antes de empezar los trabajos. Una vez acabada la obra se indemnizan los posibles daños al sembrado y las afectaciones, de acuerdo con los criterios de la Administración.

En zonas no afectadas por la concentración parcelaria, antes de iniciar los trabajos se intenta arribar a un mutuo acuerdo y se indemniza antes de empezar los trabajos. En el caso de no poder llegar a un acuerdo, se inician los trámites de expropiación.