La innovación en el sector agroalimentario

Las empresas del sector agroalimentario, así como muchas otras, se han visto afectadas por las consecuencias derivadas de la crisis sanitaria del COVID-19. Desde un primer momento, asumieron el reto de no detener la producción ni el suministro de alimentos. Pero, además, un año después, vemos como deben adaptarse a los cambios en las personas y en la forma de consumo, muchos ellos derivados de la misma crisis. 

En muchos casos, la crisis sanitaria ha servido como catalizador para la adopción de nuevas tecnologías por parte de empresas del sector, lo que ha provocado que, según un estudio realizado por INTEC, la inversión en el sector agroalimentario a nivel mundial haya aumentado en un 45% en 2020 en comparación con el año anterior. 

Muchas empresas de producción primaria han acelerado la tasa de adquisición tecnológica y aumentado su inversión en innovación. La inteligencia artificial y el machine learning son algunas de las soluciones tecnológicas innovadoras que ya podemos ver en sectores como la agricultura de precisión o la ganadería.

¿Por qué es necesario innovar en toda la cadena agroalimentaria?

Tal y como ha demostrado la pandemia, el sector agroalimentario es uno de los pilares básicos de nuestra sociedad. Actualmente, nos encontramos en un contexto marcado por una población mundial creciente y unos recursos limitados. Esto nos obliga a innovar para asegurar la sostenibilidad a largo plazo y nuestra calidad de vida. 

Además, la innovación puede dar respuesta a algunos de los mayores problemas a los que se enfrenta el sector como la mejora en la eficiencia de la producción, las pérdidas o deterioro de alimentos y la generación de subproductos. Es por ello que vale la pena invertir en soluciones innovadoras que den respuesta a los retos agroalimentarios globales. 

¿Cuáles son los cambios más notables del sector?

  • Sostenibilidad. Aunque ya era una tendencia cada vez más presente, no solo en el sector agroalimentario sino en todos los ámbitos de la sociedad, tras la crisis del coronavirus se ha instalado como un concepto clave en la mente colectiva. No solo en su dimensión medioambiental, sino también en la sociodemográfica y económica. Esto ha provocado un auge evidente de, por ejemplo, envases más sostenibles, evitando los de usar y tirar y apostando por materiales 100% reciclables y un incremento del consumo de productos de proximidad. 
  • Alimentación. Durante la crisis sanitaria se ha percibido un aumento de la preocupación de los consumidores por su bienestar y el cuidado de su sistema inmunitario. Esto ha provocado un incremento de la alimentación saludable y del consumo de frutas y hortalizas, lo que ha beneficiado al sector agrario, que busca aumentar su producción y ofrecer al consumidor alimentos naturales y ecológicos.
  • Automatización. Para poder responder a estas nuevas necesidades de la sociedad, el sector agroalimentario se ha visto obligado a apostar por la adquisición de nuevas tecnologías que le permitan aumentar su productividad. De este modo, la mecanización y la automatización de procesos ha cobrado gran protagonismo. Tecnologías como la inteligencia artificial y machine learning se convierten piezas clave en la producción, pues facilitan la predicción y anticipación, permitiendo una mayor eficiencia operativa a las empresas.